Nos llena de orgullo y emoción compartir el suceso de la construcción de la casa número 200, un símbolo tangible de la solidaridad y el esfuerzo colectivo.
Esta casa, en particular, tiene una historia inspiradora que queremos contarles, es el resultado del compromiso y la generosidad de un grupo excepcional de cinco mujeres.
Unidas por un propósito común, los Ángeles de Pedalazos decidieron hacer una diferencia significativa en la vida de una familia en condición de vulnerabilidad. Juntas, recaudaron fondos y trabajaron en equipo para construir un techo digno para una familia en Soacha.
Queremos expresar nuestro agradecimiento a todas las mujeres que hicieron posible este maravilloso regalo.
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